12 de marzo de 2014

¿Dónde se guardan los barcos?




















No me acuerdo como era de chico. En realidad me acuerdo muy pocas cosas de antes de sexto grado. Si me vienen a la memoria imágenes aisladas, pero no se si son recuerdos propios o cosas que me fueron contando ustedes.

Mauro dice que me pasa eso por que no tenía amigos y el era el único que me daba bola. Es probable. Se por ejemplo que era tronco jugando al fútbol por que Mauro se lo dijo a Nacho Velasco y Nacho Velasco me lo dijo a mi y después todos le fueron a decir cosas a Mauro. Pero tampoco es una anécdota que yo recuerde, si soy muy consciente de Mauro contándomela.

Sin embargo el otro día en la sesión semanal de EMDR (http://es.wikipedia.org/wiki/Desensibilizaci%C3%B3n_y_reprocesamiento_por_movimientos_oculares) vi esos recuerdos hechos cosas, vi ropa, vi como estaban vestidos, mochilas, zapatos, delantales, disfraces de los actos y todas esas cosas del colegio.

Vi nítidamente a muchos de nosotros, pero me preocupó no verme. Una tontería que entendí después, uno no se ve nunca, uno no se ve por que es el que mira.

Es mucho más fácil acordarse lo que pasó hace un momento, incluso hacer una crónica sobre eso. Mejor, más sano, más de buena gente que ponerse a aventurar como fue la vida de tal personaje, si su padre es millonario, si trabaja o no trabaja, como si importará, como si la memoria o una certeza o un prejuicio sobre algo nos dieran autoridad para jorobar sobre cualquier cosa. Me arrepiento de eso.

Bueno, decía que es más fácil hacer una crónica de ayer, de hace poco, no hace falta recurrir a la estimulación lateral del cerebro para eso. Entonces me acuerdo cosas y las escribo. Me acuerdo que las rabas fueron pocas pero que no me quedé con hambre. Me acuerdo que Lucas compró un paquete misterioso y enorme, que no podía ser comida, y si era, era muchísima y para varias personas.

Me acuerdo que Jenri se fue a bañar “por primera vez primero”, como se fue Mario aquella ves en medias pero con un enojo diferente. Lo veo nítidamente a Jorge guardarse la pelota, ¿por qué lo hacía? ¿la adrenalina de hacer el mal le generaba un placer ineludible?, una de las veces hasta pidió perdón mientras lo hacía sin soltar el esférico.

Mauro desapareció en un momento, o se distrajo con el partido de la cancha de al lado o se fue a acomodar las lentes. Fue un partido de gente que se iba.

Nacho Velasco se rompió, el Negro se comió la comida de los demás, Mario llevaba el marcador y el Uruguayo estaba tan concentrado como siempre o más, tanto que no se si notaron que no jugó con ropa de gimnasia, estaba vestido de calle, de salir. Austero como el Pepe Mujica.

El bueno del Gallo que ya esta altura es como un wedding planner pero del Basket, supera en lo auto referencial a cualquier comisión del pasado.

Me acuerdo del Gonchi que fue un durísimo marcador, mañero, tramposo, ni gorila, ni local pero más presente que nunca. Matías metió 5 triples pero estaba más preocupado por el precio de las propiedades.

Cuando tenga 60 no me voy a acordar de nada de todo esto, pero voy a tener el blog, y seguramente le comenté a Mauro algo y me va a decir que eso es por que no tenía amigos y que el era el único que me daba bola.