31 de julio de 2013

El origen de las cosas

La vida moderna es ir boyando. Rebotando lejos da casa, de donde somos, de nuestro lugar.
Lejos puede ser a dos cuadras, lejos es muchas veces estar trabajando. 
Trabajar para pagar lo que la vida moderna exige. Trabajar para darle de comer a un grupo de personas que puede llegar a ser solamente uno mismo.
Claro que hay momentos excepcionales. Y un momento de esos es todos los primeros miércoles de cada mes jugando al basket en El Montañés.

El hogar, el lugar de donde salimos todas las mañanas a buscar el alimento que nos pide la bestial modernidad, es el origen. El hogar también es la niñez, que también es origen.
Tengo la suerte de conservar mis amigos de la niñez y jugar con ellos todos los primeros miércoles de cada mes al basket en El Montañés.

Se cuál es el origen de todos los apodos de mis amigos, pero no se el de muchísimas otras cosas. Cosas que no les puedo preguntar a ellos, no por que no me vayan a contestar, rara vez no contestan algo, si no por que no me fío de sus respuestas.

Ayer mientras comíamos surgió un tema, se manifestó como se manifiestan las conversaciones en gente que se conoce mucho desde hace más de treinta años. En realidad no surgen los temas, están, estaban, tenemos la misma charla desde que nos conocemos, quizás con variables o pequeñas alteraciones. Es la misma diatriba, que se continua, espero que hasta el fin de nuestros días. 

El tema que surgió y que tuvo sus ramificaciones, todas en relación a lo mismo, era más o menos sobre los inventos, inventos cotidianos, mayormente relacionados con comer. Hablamos mucho de comer, pero no como si fuéramos El Gourmet, hablamos desde el hambre, el hambre del ratón, del que come apurado para comer más que el otro. El hambre elemental, de clase media sin complicaciones, el hambre de fideos con queso, el hambre de atacar la panera del restaurante, el hambre de pedir postre por que el otro se pidió y pagamos todos. Ese hambre.

Como escribir lo que escribo todos los jueves después de los miércoles de cada mes de basket en El Montañés tiene como fin entretener, me pareció interesante agregarle una faceta más instructiva, evacuando las dudas que surgieron en la comida sobre el origen de los diferentes inventos sobre los que mentimos eufóricos ayer durante la comida.

Paso a detallar:



Pizza y Fainá:
La fainá, también denominado el fainá, es un plato hecho en base de harina de garbanzos, agua, aceite de oliva, sal y pimienta.

Historia
Se originó en Génova, Italia. Su nombre en italiano es farinata y en dialecto genovés fainá. Luego se extendió su preparación hacia el Piamonte y los inmigrantes italianos viajaron con sus costumbres hasta las pizzerías del Río de la Plata, tanto en Buenos Aires como en Montevideo, donde generalmente se come acompañando la pizza.

También se lo sirve con queso muzzarella, orégano, ajo y perejil entre muchas variantes propias de cada establecimiento gastronómico. En el norte de África, en Marruecos, la colectividad sefardí llama calentita a un plato igual a la fainá genovesa. La calentita es el plato nacional de Gibraltar donde fue adoptada durante la Segunda Guerra Mundial. En Francia se la conoce como socca.

Receta:
La fainá tiene varias formas de prepararse e infinidad de recetas, las más comunes hablan de unir los ingredientes, dejarlos reposar y luego cocinarlos en un horno a más de 180 grados durante entre 10 y 15 minutos.

Ingredientes:
* 1 taza de harina de garbanzos
* 2 tazas de agua tibia
* 1 cucharada de aceite de oliva
* 1/2 cucharadita de sal y pimienta a gusto
Procedimiento:

Untar una pizzera honda con aceite, meter en el horno bien caliente por 1 o 2 minutos, mientras tanto mezcla la harina y el agua, tratando de que no se formen grumos, luego se agrega la sal y el aceite, sacar la pizzera del horno y colocar la mezcla en ella, (que va a ser bastante liquida). Cocinar en horno bien caliente por 30 o 40 minutos o hasta que la parte de arriba este dorada y listo. Para comer así sola o con una porción de pizza.

Fainá
Es puro zeneize, fainá de eixei, farinata di ceci en italiano. La fainá, en Argentina, ha sido elemento casi inseparable de la pizza. La porción de pizza se comía junto con el mismo sector de sabrosa fainá arriba.. La "Donmackización" y la proliferación de venta de pizza barata han destruido esta costumbre. Solamente viejos bolichones, con todo el cariño y el recuerdo que les tenemos, sostienen aquella tradición; también sus parroquianos son de la misma época... en extinción natural, queda por lo tanto muy poco tiempo para que el hábito desaparezca del todo.

“....otra cerveza mozo, un postre vigilante y me va haciendo la cuenta.”



Chivito Uruguayo:
Fue creado en los años 1940 "El Mejillón" de Punta del Este. Dicho restaurante se ubicaba en la esquina de la calle 31 y la rambla Claudio Williman.
El invento del chivito se produjo por casualidad. Carbonaro contó la historia al periodista Marcelo Gallardo del diario El Correo de Punta del Este:
Fue una noche complicada; habíamos sufrido un apagón. Cayó una clienta, creo 
que del norte argentino o chileno, que pidió carne de chivito porque antes de llegar a Punta del Este había pasado por Córdoba  donde la había probado y le había gustado mucho. Como no teníamos le preparamos un  pan tostado con manteca, le agregamos una feta de jamón y un churrasquito jugoso. La mujer quedó encantada.  Por suerte, salimos del apuro y, sin querer, inventamos el chivito. La idea se transformó en un éxito, llegando el restaurante a vender mil chivitos por día. Dos carnicerías de Punta del Este mantenían su negocio sólo con la carne con la que aprovisionaban a El Mejillón. Nunca se llegó a registrar como marca.



Chivito Canadiénse:
Por 1980, en Melo (Departamento de Cerro Largo), El Teto creó un chivito que, en vez de trozos de huevo cocido, incluía un huevo entero a la plancha (inspirado en otro sandwich del sur de Brasil, el bauru). Ese es el "chivito de carrito" que aún se vende en muchos lugares, principalmente en el interior del Uruguay.
Hoy hay múltiples variedades que además de los ingredientes básicos, contienen morrones, pickles, hongos, aceitunas y así como el chivito al plato (sin pan) y la mayoría papas fritas como guarnición.
No existen ningún tipo de patentes, ni registros o sea que el chivito es patrimonio gastronómico del Uruguay.



Salsa Golf:
La salsa golf es una salsa fría, de consistencia semilíquida -aunque algo espesa- típica de Argentina. Según las muchas versiones de la tradición, fue inventada por el premio Nobel, Luis Federico Leoloir,  a mediados de1920, cuando concurría al "Golf Club" de la ciudad balnearia de Mar del Plata junto a sus amigos. Aburrido de comer siempre camarones y langostinos acompañados de mayonesa le pidió al mozo (mesero) que le trajera diversos ingredientes, limón, mostaza, ketchup, especiasdiversas, etc.) con la intención de probar diferentes mezclas. De todas ellas la que más les gustó fue la de ketchup y mayonesa. Desde entonces los amigos la bautizaron salsa golf y su fama se extendió. A la mezcla de ketchup y mayonesa se la conoce en Estados Unidos como "thousand island dressing" (aderezo mil islas) y está en un libro de recetas publicado en el 1900, aparentemente era una receta popular de Nueva Orleans, Luisiana.


Buena Semana